Se trata de una ruta desde A Guarda de 175 kilómetros en la que solo hay 15.000 metros de carretera
Dicen que las mejores ideas surgen bajo la ducha, pero Campio Salgueiro tuvo su gran ocurrencia en la sobremesa de una comida familiar, esa que le llevaría siete años más tarde de proponérsela a su familia a presentar una solicitud de inscripción en el Rexistro de Entidades de Promoción do Camiño de Santiago un trazado que él mismo había elaborado -«con la ayuda de mis hijos y mi mujer, eso sí», manifiesta este vigués- y que consiste en una ruta que no pasa por carretera. Y eso que todo empezó como una apuesta.
«Cuando les propuse a mis hijos, Diego y Alberto, y a mi mujer, Maite, crear un camino a Santiago que se pudiese recorrer en su mayoría por el monte se lo tomaron a risa y me dijeron que no sería capaz», explica Salgueiro. Nada más lejos de la realidad. De hecho, tan en serio se lo tomó este hombre que hasta el momento vivía alejado del sector del turismo que se convirtió en una cuestión familiar en la que todos se involucraron y que hasta el día de hoy, sacrificio mediante, solo les ha dejado buenos momentos.
«A mí me encanta el medio rural y me entristecía ver que los caminos que llegan a Santiago estuvieran perdiendo esa parte más tradicional gallega», así que una vez tomó la decisión de ponerse manos a la obra comenzó a pedir el asesoramiento de técnicos de la Xunta, que le guiaron sobre los pasos a seguir que consistían, sobre todo, en no alterar el estado de la naturaleza. «Lo siguiente sería saber por dónde llevaríamos el camino y por último averiguar la toponimia de los lugares por donde pasábamos». Así dio comienzo una aventura que a día de hoy se ha convertido en un trazado de 175 kilómetros de los que solo 15 tienen asfalto.
«El camino imaginario», como le gustaba a Salgueiro apodar a su creación, parte de A Guarda y, en su afán porque los tintes históricos estuviesen lo más presentes posible «quisimos meter en el diseño lo que eran los caminos antiguos de carro, o del contrabando del oro blanco (la sal). También teníamos que documentarnos por las zonas que pasábamos, ya que se daban casos que eran caminos muy bien conservados y nos llevaban al sitio que queríamos pero eran caminos robados, que cruzaban por propiedades privadas y teníamos que empezar de nuevo». De esta costosa manera llegó la familia Salgueiro a verse en la necesidad de registrarse como asociación, «ya que en este mundo hay mucho intrusismo y nos podían robar todo el trabajo que habíamos hecho», relata el vigués.
En la actualidad son muchos los peregrinos potenciales que se han interesado por este nuevo modelo de camino, que la familia Salgueiro recomienda recorrer «caminando o a caballo». «Sobre todo se ponen en contacto con nosotros personas de la zona, pero también nos han localizado desde Cataluña o Valencia», mantiene Salgueiro. «Sabemos que nunca va a ser una ruta oficial, pero estamos orgullosos porque las infraestructuras están muy bien en todos los puntos de parada, además hay bares cerca donde poder parar a tomar algo e incluso colegios antiguos para albergar. Además ya hemos conseguido la credencial, que es muy importante».
En cuanto a la seguridad, explica que la señalización «está en perfectas condiciones» gracias a la ayuda de una empresa de Vigo. En este Camino, que según Campio Salgueiro se realiza en 6 días, «encontrarás cosas que jamás pensarías que estaban ahí», como un antiguo castillo romano o una zona de paso importante cuando existía el paso de contrabando de sal.
Imagen: Alejandro Martínez Molina.
Fuente: La Voz de Galicia.