El cuidado de los pies y las piernas es lo primero y más importante, es esencial, puesto que estas extremidades son las encargadas de nuestro transporte y, por lo tanto, son las que pueden ocasionarnos más problemas en primer lugar.
Hay que utilizar calcetines sin costuras y que sean de una calidad extrema.
Es fundamental dosificar el esfuerzo. Este punto es de lo mas importante, puesto que si nuestra intención es dedicar varios días al recorrido (más de 5), hay que tener muy claro que andar mas de la cuenta es un error que nos pasará factura, obligándonos a descansar más de lo que en principio teníamos pensado y por tanto afectará a la media de kilómetros que teníamos pensado conseguir de una forma normal (el camino no va a moverse de su sitio, no hace falta correr, es mejor disfrutar de lo que nos rodea y no tomárselo como una competición atlética) y recuerda, muchos de los abandonos por los peregrinos están causados por sobre-esfuerzos.
El calzado: también es importante, con unas buenas botas de travesía será suficiente, en el mercado tenemos una extensa gama y casi todas son muy buenas. No son aconsejables las zapatillas de deporte puesto que el camino suele tener barro, agua , nieve, y en ese caso tener puestas unas zapatillas es como andar descalzo , incluso peor puesto que nos las tendremos que quitar y colgar de nuestra mochila (más peso).
Respecto a la mochila, en este apartado es esencial tener en cuenta dos consejos esenciales.
La mochila que elijamos será nuestro autentico compañero de viaje.
No es mejor peregrino el que mas peso lleva a su espalda, solo es el que mayor esfuerzo tiene que hacer para avanzar en la dura jornada diaria.
Por lo tanto y teniendo en cuenta las consideraciones anteriores señalaremos:
La mochila y su contenido nunca deben de pesar más de 10 kilos.
Lo normal es un 10% del peso de la persona que la lleva.
Hay que utilizar una mochila que se adapte bien a la espalda y no suponga una carga, tiene que acomodarse como si fiera un chaleco pegado a la espalda y, por tanto, es importante que tenga correas para ajustarlas según convenga.
El equipamiento esencial es muy reducido:
Una muda de ropa: camiseta, jersey, pantalones, ropa interior, 4 pares de calcetines. (Si no es verano, la ropa combinará; un conjunto de invierno y otro de entretiempo) el chubasquero es imprescindible.
Para el aseo diario: pastilla de jabón, cepillo de dientes, pasta dentífrica, toalla pequeña, peine ó cepillo.
Un botiquín elemental: tiritas, venda elástica, desinfectante, aguja de coser (ropa).
Otras cosas útiles: pequeño costurero (con tres o cuatro metros de hilo de diferentes colores) dos ó tres botones de diferentes tamaños, navaja pequeña, corta uñas, papel higiénico, compresas ó tampones para las féminas, una libreta de bolsillo y bolígrafo, cámara fotográfica (desechable o de las digitales de reducido tamaño) imperdibles (son muy útiles).
Tapones para los oídos (la experiencia aconseja prevenirse ante los ronquidos de algún compañero peregrino) y un saco de dormir de los que actualmente existen en el mercado; muy recogidos y ligeros, porque en muchos albergues son necesarios.
Hay que llevar la documentación personal actualizada y en regla; DNI o pasaporte, tarjeta sanitaria o carnet del seguro médico. Los extranjeros, pasaporte y sus documentos sanitarios habituales.
En cuanto a medios de pago, las tarjetas de crédito son más seguras que el dinero en efectivo, aunque no se puede prescindir de él.
Actualmente el teléfono móvil es prácticamente imprescindible por su utilidad para cualquier emergencia, sin embargo es recomendable llevarlo apagado y encenderlo solo al final de cada etapa, para recibir los mensajes y llamar a los familiares o amigos y así no perturbar nuestra mejor meditación y concentración en el Camino con una llamada inoportuna.
En principio la “Credencial” de peregrino no es imprescindible pero en muchos albergues sin ella nos pueden poner problemas para quedarnos. Además sería necesaria si se piensa obtener la “Compostela” o justificante que dan en Santiago al finalizar el Camino. En este caso no hay que olvidar sellarla en todas sus casillas en las diferentes etapas que se realicen.
Bastón (bordón) para apoyarnos y evitar caídas.
Considerando todas las recomendaciones anteriores, se puede asegurar que no son necesarias demasiadas cosas para realizar el Camino.
De todas formas si surge cualquier otra necesidad no mencionada aquí, es bastante fácil aprovisionarse en ruta, puesto que hoy en día hay tiendas de todo tipo en cualquier lugar del recorrido.
Si se prescinde de atender a estos consejos, que son fruto de la experiencia de varias veces de haber realizado el Camino, y nos encontramos que tenemos que deshacernos de lo que hemos descubierto que nos estorba, la mejor opción es enviárnoslo por correo a casa, funcionan en casi todas las poblaciones y es generalmente barato y eficaz.
Como ejemplo de objeto que acaba estorbando es la cantimplora, es preferible ir comprando pequeñas botellas de agua de plástico y rellenarlas o renovarlas de población en población.
Otros consejos importantes
La señalización: Seguir siempre la flecha amarilla y estar siempre atentos puesto que puede estar pintada en cualquier sitio, incluso en el suelo.
En caso de malas condiciones climatológicas; nieve, lluvia, niebla, es muy útil y recomendable buscar las pisadas marcadas por otros peregrinos que nos hayan precedido (siempre más de tres huellas).
En caso de perdernos (cosa poco probable) las gentes de los pueblos nos indicaran el camino correcto.
En los albergues dispondremos de platos, cubiertos, cacerolas y sartenes, para poder hacernos la comida, por tanto no será necesario que llevemos ninguna de esas cosas y nunca hay que olvidarse de dejarlos limpios y recogidos.
La cantidad de dinero efectivo estimado como necesaria para los gastos diarios oscila entre 10 y 20 € diarios, dependiendo del albergue (algunos solo piden la voluntad y otros pueden costar 6 €).
Advertencia
Los albergues NO son hoteles, suelen estar en buenas condiciones, pero nunca debemos exigir nada, puesto que la gente que los mantiene aporta su esfuerzo personal y en algunos casos su dinero particular para dar un servicio a los peregrinos. Y ya se sabe…. a caballo casi regalado…. Ya tienes caballo.
La mayoría de los albergues que nos encontraremos en la ruta son sitios muy interesantes, puesto que la persona que los cuida suele dar muy buenos consejos para la etapa del siguiente día y para disfrutar del camino.
Los hospitaleros suelen ser personas muy «especiales» en el mejor sentido de la palabra, sin ellos sería muy difícil que existiera el Camino de Santiago. Puesto que la labor que ellos desarrollan también es muy «especial» intenta hacer caso de sus indicaciones y JAMÁS discutas con ninguno, si no te agrada el sitio o la persona busca alojarte en otro lugar.
Cuando estés andando NO lleves radio ni dispositivos que puedan distraerte de tu comunicación con el Camino, porque te perderás gran parte de todo lo que has venido a buscar.
No te tomes el Camino como un desafío deportivo o un maratón (siempre que no lo hagas por deporte) disfruta de los paisajes e intégrate en lo posible con todo lo que te rodea.
En resumen, disfruta de unos días apartados de tu vida cotidiana. Cuando regreses tu vida habrá cambiado.
Aprenderás que las cosas tienen su propio ritmo y no sirve de nada que intentes forzarlas; las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir.