Los monjes han tenido que precintar uno de los claustros por la caída de cascotes
El monasterio cisterciense de Santa María de Sobrado sufre endémica típica en Galicia: la humedad. Gran parte de sus paredes se tiñen de musgo verde que crece alimentadas por filtraciones de agua. Hay partes que han sido cerradas al público, precisamente a causa de los problemas que afectan a todo el monumento, que forma parte del Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2015. La recuperación es tan urgente que incluso se producen deslizamientos de tierra. De hecho, los monjes que vivían en el monasterio sellaron recientemente, uno de los patios por la caída de trozos de cornisa.
En esta situación, el Gobierno ha puesto a trabajar y ahora está trabajando en un proyecto básico y de ejecución para la restauración del recinto. La intervención supondrá una inversión de varios años más de un millón de euros y espera resolver las fugas en la iglesia y en el claustro de los medallones regulares y en las cubiertas. También se revisará canalones, desagües y las gárgolas, limpieza de vegetación que impide el normal funcionamiento del drenaje de las aguas pluviales. Además, repase la carpintería, ventanas, escaleras que conducen a las torres, puertas, y otra posible entrada de humedad que facilitan el crecimiento de los hongos.
Después de resolver los problemas de sellado, va a limpiar la fachada y las torres y resolver los problemas de la «colonización biológica y los daños causados por la vegetación en las paredes y los techos», como se indica en el proyecto. La actuación se completa con un estudio sobre las necesidades para el acondicionamiento del claustro de los Caballeros y el espacio utilizado actualmente por la comunidad como una capilla.
Veinte monjes
Actualmente vive en el monasterio 20 monjes de la orden cisterciense, que llegó hace 50 años Sobrado, después de la restauración (casi reconstrucción) del monumento histórico. Mientras que en el siglo XVI por los claustros caminado más de un centenar de monjes. Explican que adviertan en sus propios cuerpos los inconvenientes de la humedad «en algunas habitaciones hay azulejos en el techo y en el agua. Por supuesto, que viven en el sitio artística tiene su costo «, explica uno de los religiosos. Todos pusieron de relieve que, precisamente, la más urgente es reparar el claustro de la comunidad y el cementerio, que es la mayor y más encontraron plazo. También los medallones y los peregrinos, que se están produciendo deslizamientos de tierra. «¿Ha tenido su peligro, porque aquí vienen unos 200 peregrinos al día», como ocurrió en julio pasado. A pesar de que la media es de 60 peregrinos al día. «Tenemos capacidad para 120 a 156 literas y colchones si es necesario. A pesar de que normalmente las referimos a otras adaptaciones y no puede caber más gente, «los gerentes de la posada, dicho sea de paso, se les recuerda que el aniversario que se celebra el 50 aniversario del restablecimiento de Sobrado por la comunidad cisterciense.
Imagen: E. Silveira.
Fuente: La Voz de Galicia.