Los ciclistas entraron por despiste en la AP-9 en el nudo de O Pino y recorrieron seis kilómetros antes de ser alertados por Tráfico.
No se sabe quién tenía más susto en el cuerpo: si los conductores que se encontraron con un grupo de 37 bicicletas circulando por el arcén de la AP-9 o si los propios ciclistas, alarmados por el fuerte rebufo de los vehículos que los estaban rebasando a toda velocidad. La aventura acabó con final feliz y todo se quedó en un soberano sobresalto para los ciclistas, aunque antes de poder reanudar su marcha tuvieron que hacer frente a una multa de 500 euros.
Todo comenzó sobre las 9.30 horas. Los ciclistas, de nacionalidad polaca, realizaban el Camino de Santiago por la N-550 y al llegar al nudo de O Pino se dejaron guiar por los indicadores que señalizaban hacia la capital de Galicia (desconociendo el fondo azul característico de las autopistas) y acabaron en la AP-9.
Los agentes se pusieron en contacto con responsables de Audasa para efectuar un cambio de sentido.
Aunque el tráfico a esa hora no era especialmente intenso, su presencia no pasó inadvertida para los conductores que los adelantaron, varios de los cuales dieron aviso a la Guardia Civil de Tráfico. Además, se da la circunstancia de que el grupo también fue divisado por los agentes que velan por la seguridad vial, pues pasaron justo por delante de la Comandancia.
Durante el trayecto, los asustados ciclistas veían cómo eran adelantados por vehículos a toda velocidad, llegando a temer por su integridad física debido al rebufo que éstos dejaban, especialmente los camiones y las furgonetas. Desorientados, llegaron a dudar entre proseguir la marcha o dar media vuelta, momento en que fueron alcanzados por un vehículo de Tráfico a la altura de Campañó, seis kilómetros después de incorporarse a la AP-9.
La comunicación fue especialmente compleja puesto que los peregrinos polacos no sabían hablar español y se manejaban a duras penas con el inglés. No obstante, los agentes consiguieron informarles de que habían cometido una infracción muy grave porque en España está prohibido circular en bicicleta por las autopistas y que debían abandonarla de inmediato.
Al hacerse el pago en el momento, se beneficiaron de un descuento del 50%, por lo que solo abonaron 250 euros.
Espesa niebla. La espesa niebla de la mañana complicó aún más la intervención y desaconsejaba la opción más lógica: que los ciclistas continuasen hasta la siguiente salida de la autopista, que se encontraba a 9 kilómetros.
Por este motivo, los agentes se pusieron en contacto con responsables de Audasa para efectuar un cambio de sentido. Mientras, los atónitos peregrinos y sus bicis aguardaban en el arcén el desenlace de estas gestiones.
Al cabo de unos instantes, Audasa y Tráfico coordinaron la arriesgada maniobra y la comitiva se incorporó al carril de sentido Vigo, abandonando la autopista poco después del peaje. Desde ahí continuaron su peregrinación hacia Santiago por la N-550, no sin antes hacer frente a la inevitable multa. Al tratarse de ciudadanos extranjeros, la sanción debió ser abonada en el momento, puesto que en caso contrario los agentes se verían obligados a inmovilizar los vehículos.
Multa de 500 euros. La circulación en bicicleta por autopista está tipificada en la Ley de Tráfico como una infracción muy grave, sancionada con multa de 500 euros. Al hacerse el pago en el momento, los súbditos polacos se beneficiaron de un descuento del 50%, por lo que solo abonaron 250 euros. Pese a que en el boletín figuraba el nombre del responsable del grupo, el importe fue recolectado a partes iguales por los infractores.
Lejos de sentirse molestos, los peregrinos acataron la sanción de buen grado, puesto que la intervención de los agentes de Tráfico les había sacado de una comprometida situación que no solo ponía en peligro su integridad física, sino la de otros conductores.
Seis de cada diez conductores no conocen las normas
Una de las conclusiones que se extraen del barómetro de la Bicicleta es que seis de cada diez españoles no conoce la normativa sobre circulación de bicicletas, incluidos cuatro de cada diez usuarios de bici. Así, no todos saben que al adelantar a un ciclista o conjunto de ellos se debe ocupar parte o todo el carril contiguo o contrario de la calzada, pudiendo rebasar la línea continua, y guardando una distancia de seguridad mínima 1,5 metros.
Está prohibido adelantar a un ciclista si dicha maniobra puede poner entorpecer su marcha. Los ciclistas tienen prioridad de paso respecto a los vehículos de motor, cuando, circulando en grupo, el primero haya iniciado ya el cruce o haya entrado en una glorieta. Es decir, cuando los ciclistas circulan en grupo son considerados como una única unidad móvil a efectos de prioridad de paso.
En autovías solo podrán circular por el arcén, y siempre que sean mayores de 14 años y no esté específicamente prohibido. El uso del casco es obligatorio en vías interurbanas para todos los usuarios de bicicleta.
Imagen: Los ciclistas, en el arcén de la autopista. (Guardia Civil).
Fuente: Diario de Pontevedra.